ADRIANA HERNANDEZ, UNA MAESTRA Y PERSONA EJEMPLAR CON LA QUE SIEMPRE PODEMOS CONTAR

 La maestra y psicóloga Adriana se abre con nosotros y nos comparte algunas de sus historias de vida.

Entrevista vía zoom con la maestra


Por: María José Pérez del Moral


Adriana Hernández Álvarez, nacida en el Distrito Federal (Ahora Ciudad de México) el 31 diciembre de 1959, aunque fue registrada el 01 de enero de 1960, por 12 horas de diferencia, ya que en ese tiempo la escuela iniciaba en enero, entonces la registraron hasta el día siguiente, ella vivió 34 años y medio en este lugar, ya que después vino a Xalapa a vivir y trabajar.


La maestra Adriana es psicóloga con una maestría en psicología clínica, y actualmente se dedica tanto a la docencia impartiendo clases en algunas universidades particulares, incluyendo nuestra Universidad de Xalapa, así como a la práctica profesional de la psicología.


Los miembros de su familia eran 6, sus padres y sus 3 hermanos, eran 2 hombres y 2 mujeres, sus  padres eran comerciantes, tenían un negocio abajo de su casa, la cual atendían ellos dos.


“El ser la hija mayor sobre mí pesaban muchas restricciones y muchas limitaciones porque mis hermanos iban a copiar lo que yo hiciera, tienes que ponerles el ejemplo porque me decían “no hagas eso porque tus hermanos lo van a querer hacer” y si es que hacíamos algo, me daban a mi primero y después a mis hermanos. Tal vez el hecho de ser la hija mayor y la exigencia sobre de mi era muy alta, tanto con en la escuela o en la casa, en todos lados” 


Su familia nunca dejaba pasar los cumpleaños o los santos de los integrantes por parte de su mamá y su familia, ya que en cada santo o cumpleaños, su abuela y sus tíos llegaban a las casas para comer y celebrar juntos con el pastel, ya que eran una familia muy unida.


La maestra nos contó que uno de sus mejores recuerdos de su infancia fue por parte de sus abuelos paternos, porque su abuelo administraba una granja con muchos animales, este era un lugar muy grande y muy libre donde había  caballos, conejos, borregos, vacas, cerdos, gallinas, y muchos más animales,  donde los niños tenían la oportunidad de montar a caballo, ya que había unos caballos que eran especiales para los pequeños. Con esto, ella vivió la experiencia como de vivir un poco en el campo, simplemente vivir ahí e ir a visitar a su abuelo era de las experiencias más padres que ella tuvo.


En cuanto a su vida escolar, la maestra Adriana nunca tuvo una materia favorita, no le molestaba ninguna, pero no recuerda tener una materia que le gustara mucho, pero la materia que definitivamente no le gustaba era la de Historia. Lo  que ella disfrutaba mucho era hacer manualidades, tuvo una maestra que le dio clases en 4ª, 5ª y 6ª de primaria y cada mes les ponía a hacer actividades manuales.

“Para una navidad nos puso a hacer una base para el arbolito de navidad, pero era en cartoncillo y la pintamos con café, nos pidió que lleváramos un poco de café y agua y con la mano pintamos para que pareciera madera, y luego llevaron bellotitas y diferentes cosas que le pegamos y nos lo llevamos a nuestras casas”


La maestra Adriana quería estudiara arqueología, pero ya habían pasado las fechas del examen y ella ya no sabía que estudiar, pero se decidió por estudiar psicología gracias a su padre, ya que el se lo sugirió que estudiara psicología en la UNAM, su padre la conocía tan bien que fue un gran acierto el haber elegido esa carrera.



En el ámbito amoroso, la maestra conoce a su ex esposo en un consultorio, ya que el es médico, ella llegó a ese consultorio por  una invitación al saber que la psicóloga de ese lugar se había ido, entonces ella llega y se queda en el lugar de esa psicóloga. En ese momento, ambos tenían pareja, con el tiempo abandonaron ese consultorio, pero el pediatra de ahí abrió un consultorio en su casa, el los invita a trabajar ahí, aunque Adriana y su ex pareja no volvieron a coincidir, por lo que la maestra iba unos días y su ex iba otros días. Pasó el tiempo y no volvían a coincidir, hasta que ella se lastimó la cintura y su mamá le dijo que le hablara a él para que le diera una consulta, pero ella no tenía su teléfono, por lo que le habló al pediatra e hizo un arreglo para que se pudiera hacer la cita.


Al momento en que Adriana llegó a la consulta, le preguntó a su ahora ex pareja sobre su pareja, y él le dijo que la que era su  pareja ya se había casado, a lo que a ella le dio mucha pena la respuesta. Cuando terminó la consulta, su ex esposo no le quiso cobrar nada, solo le pidió su dirección para que se escribieran, ya que el se iba de intercambio a Francia porque consiguió una beca. Después de eso se empezaron a escribir y mandar cartas, se hablaban por teléfono y el le mandaba cosas que ella necesitara para su maestría, hasta que después de 6 meses, llegó el momento de que el regresara a México, con el tiempo se hicieron novios y se casaron al mes y medio de noviazgo, el tenía 40 años y ella 33, ya eran personas adultas y responsables, por lo que decidieron tomas esta decisión.


Vivieron juntos 14 años, pero desgraciadamente la mayoría del tiempo con muchas dificultades en el área de la comunicación en pareja, ya que el es una persona que casi no habla, no expresa sus emociones,  y  si algo no le parecía, simplemente dejaba de hablar, es por eso que cada vez fue más difícil la convivencia y surgían más problemas. Aquí es cuando ella dice que ya no puede vivir así y quiere el divorcio, pero el le decía que ella estaba mal y que tenía que cambiar.


Un fin de semana en el que el se fue de viaje con sus amigos, Adriana habla con una amiga suya y le pregunta si tiene algún departamento que le pudiera rentar, y ese mismo fin de semana hizo la mudanza para irse con su hija a vivir solas, y cuando él regresó se impactó de ver que Adriana hablaba en serio. 


El mayor desafío que ella ha enfrentado fue al momento de su divorcio, por el hecho de poder darse cuenta que ella podía sola e ir descubriendo que si podía ella sola, porque a veces se cuestionaba mucho su decisión, ya que ella fue quien tomó la decisión de irse de su casa en la que vivía con su ex esposo y empezar con su hija a vivir solas y enfrentar los obstáculos que les llegaban. A la fecha, ella no piensa volver a casarse, pero no está negada a que si alguna vez llega alguien, está dispuesta a conocer a esa persona, pero no a casarse.


Para terminar esta entrevista, la maestra nos dio un mensaje para los jóvenes: 


“Yo creo que están viviendo un momento bastante complicado, históricamente es muy difícil lo que les espera, como problemas en el agua, problemas de contaminación, problemas para conseguir empleo, entonces lo que yo les diría  es que no tengan hijos por favor, porque sabrá Dios que les espera a esas criaturas, porque además, ser padre es una tarea bien complicada, no es nada más el me embarazo y lo tengo, porque no es así, representa una responsabilidad muy grande para toda la vida, entonces piénsenlo bien y tampoco sean madres o padres solteros como por una decisión de “no necesito a nadie”, eso no es cierto, porque a lo mejor yo  no necesito a nadie, pero ese hijo si necesita a un padre y una madre”



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