En el comercio, gracias a Dios pude desenvolverme bonito, tuve la oportunidad de lograr, puedes levantar a mi familia a crecer la. Después viene otra etapa en mi vida donde mi esposa me dice, Oye, quisiera yo también formar parte de esta economía junto a ti me dice porque no ponemos un restaurante.
De suerte, papá tenía este espacio, lo que hoy es La Casona Alteña entonces yo aconsejado, le digo. Pues mi esposa, con la idea de poner un restaurante, le pedí la oportunidad, me diera permiso de poner el restaurante en la casona, a lo cual accedió y así nació el restaurante la casona.
Foto: Guadalupe VázquezG.V: ¿Y porque se llama La casona alteña?
R.A: Bien, pues bueno, si conoció a usted, el edificio viejo se dio cuenta que en realidad era una casona, una casa grande este de una sola planta de Teja, con unas vigas hermosísimas que tenía y un lugar emblemático, precioso.
Creo que se logró obtener un lugar un poco más espacioso, no puedo decir más digno porque la casona Peña vieja era lo más digno de alto Lucero. Eso sí, aún lo consideró.
De ahí es que nace la idea de ponerle la casona... La casa grande, vieja y alteña por ser en el centro de Alto Lucero, del cual nosotros los que aquí nacimos, los que aquí crecimos, los que aquí habitamos. Yo en lo personal y creo que todos los alteños los nos decimos Alteños, entonces si es una casona está en Alto Lucero pues la casona alteña. Esa es la razón del nombre también.
Foto: Guadalupe VázquezG.V: Este como usted lo mencionó, la Casona, pues era un edificio antiguo. ¿Qué fue lo que originó el cambio? Ahora sí, un tanto más arquitectónico.
R.A: Bien, hija, les este me siembra solamente de pensar en el edificio viejo porque yo lo quise muchísimo, pero bueno, los tiempos cambian, todo se transforma. Yo tenía siempre la intención, la inquietud de tener un espacio un poco más amplio, gracias a Dios tuvo La Casona vieja, bastante aceptación en el pueblo, con las gentes que nos visitaba y pensé que necesitaba crecer.
Yo también tenía la idea de tener, además del restaurante, un servicio de hotel y esto fue lo que me animó a tumbar el edificio y hacer esto que tenemos ahora.
G.V: ¿Tiene alguna meta?
R.A: Me siento gracias a Dios, muy tranquilo, contento, feliz de tener este espacio de poder dar el servicio que creo los visitantes y los mismos alteños se merecen. Si hay proyectos que fíjese que a pesar de ser una persona de edad adulta ya, tengo 66 años y a mucho orgullo lo digo porque he vivido muchas cosas muy agradables otras quizás no tanto, pero las más muy agradables, y volteó hacia atrás y estoy contento con lo que he hecho y volteó hacia adelante y creo que todavía puedo hacer más.
En este momento, bueno está en mi mente en la parte alta del edificio, ponerle techo y quizás este hacer algún lugar donde se puedan atender algunas cuantas personas, no muchas. Lo consideró precioso por la vista que tiene, estamos en el corazón del pueblo, hablando de manera metafórica estamos en el corazón por estar en el centro, pero estoy seguro que también estamos en el corazón de los alteños.
G.V: Espero que pueda cumplir su meta, y creo que es una buena idea. Ya para finalizar, ¿Algún consejo que quiera dar?
R.A: Bueno, como te decía al inicio soy una persona de edad adulta y desde siempre tuve la ilusión de hacer esto, estoy hablando de que hace más aproximadamente 20 años iniciamos con La Casona y hace 6 años tuvimos la oportunidad de crecer y hacer este edificio, en realidad no hay nada que nos impida crecer más que nuestra propia mente. Lo que debemos de hacer es confiar en nosotros mismos, luchar por esas ideas, metas que, si lo hacemos con anhelo, con empeño, lo logramos, nada hay que sea imposible.
me invadió cierto sentimiento, razón por la que que en mi escrito comento, me puse a platicar con el edificio viejo, pero nosotros continuamos, ahora con mayor entusiasmo en la que ahora es Hotel Restaurante La Casona Alteña, muy a gusto dando el servicio y atendiendo a todos aquellos que tienen a bien venir a visitarnos.
"Interesante y significativa la historia de la antigua Casona Alteña por todas las cosas que guardo dentro y que hoy cumple su término de vida y se deja ir para escribir una nueva página de la ahora nueva “Casona Alteña” de su historia y la Alto Lucero, mi hermoso y querido pueblo natal.
Adiós a la Casona alteña, viva la nueva Casona Alteña y al hijo que debajo de sus entrañas le nacerá, Dios permita que la nueva historia sea digna, armoniosa y benéfica para todos".
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