ENTREVISTA A REYNALDO AGUILAR

Foto: Guadalupe Vázquez
Por: Guadalupe Vázquez.

Se realizo la entrevista a Reynaldo Aguilar Rebolledo, también conocido como "Nemorio", quien es empresario y ganadero, dueño de La Casona Alteña en Alto Lucero, Veracruz. Dicha entrevista se dio en La  Casona Alteña a las 6 de la tarde un día de junio. 

Guadalupe Vazquez: Tengo entendido que usted es empresario y también es ganadero. ¿Mi pregunta aquí es porque usted decide abrir un restaurante como la casona tenía? 

Reynaldo Aguilar: Los inicios de mi vida se dan en una familia de campo dedicada a la agricultura y a la ganadería. Crecí, aprendí a vivir de eso, formé una familia en las temporadas que me tocó vivir de inicio con mi esposa, mis hijos, fue algo difícil con el campo como lo sigue siendo ahora. Esto me hizo que yo buscara otras formas de vida, en ellas, agricultura, ganadería y entre al comercio. 

En el comercio, gracias a Dios pude desenvolverme bonito, tuve la oportunidad de lograr, puedes levantar a mi familia a crecer la. Después viene otra etapa en mi vida donde mi esposa me dice, Oye, quisiera yo también formar parte de esta economía junto a ti me dice porque no ponemos un restaurante. 


De suerte, papá tenía este espacio, lo que hoy es La Casona Alteña entonces yo aconsejado, le digo. Pues mi esposa, con la idea de poner un restaurante, le pedí la oportunidad, me diera permiso de poner el restaurante en la casona, a lo cual accedió y así nació el restaurante la casona. 

                                                                                  Foto: Guadalupe Vázquez

G.V: ¿Y porque se llama La casona alteña?


R.A: Bien, pues bueno, si conoció a usted, el edificio viejo se dio cuenta que en realidad era una casona, una casa grande este de una sola planta de Teja, con unas vigas hermosísimas que tenía y un lugar emblemático, precioso. 


Creo que se logró obtener un lugar un poco más espacioso, no puedo decir más digno porque la casona Peña vieja era lo más digno de alto Lucero. Eso sí, aún lo consideró. 


De ahí es que nace la idea de ponerle la casona... La casa grande, vieja y alteña por ser en el centro de Alto Lucero, del cual nosotros los que aquí nacimos, los que aquí crecimos, los que aquí habitamos. Yo en lo personal y creo que todos los alteños los nos decimos Alteños, entonces si es una casona está en Alto Lucero pues la casona alteña. Esa es la razón del nombre también. 

                                                                                Foto: Guadalupe Vázquez

G.V: Este como usted lo mencionó, la Casona, pues era un edificio antiguo. ¿Qué fue lo que originó el cambio? Ahora sí, un tanto más arquitectónico. 


R.A: Bien, hija, les este me siembra solamente de pensar en el edificio viejo porque yo lo quise muchísimo, pero bueno, los tiempos cambian, todo se transforma. Yo tenía siempre la intención, la inquietud de tener un espacio un poco más amplio, gracias a Dios tuvo La Casona vieja, bastante aceptación en el pueblo, con las gentes que nos visitaba y pensé que necesitaba crecer. 


Yo también tenía la idea de tener, además del restaurante, un servicio de hotel y esto fue lo que me animó a tumbar el edificio y hacer esto que tenemos ahora. 


Foto: Guadalupe Vázquez

G.V: ¿Tiene alguna meta?


R.A: Me siento gracias a Dios, muy tranquilo, contento, feliz de tener este espacio de poder dar el servicio que creo los visitantes y los mismos alteños se merecen. Si hay proyectos que fíjese que a pesar de ser una persona de edad adulta ya, tengo 66 años y a mucho orgullo lo digo porque he vivido muchas cosas muy agradables otras quizás no tanto, pero las más muy agradables, y volteó hacia atrás y estoy contento con lo que he hecho y volteó hacia adelante y creo que todavía puedo hacer más. 


En este momento, bueno está en mi mente en la parte alta del edificio, ponerle techo y quizás este hacer algún lugar donde se puedan atender algunas cuantas personas, no muchas. Lo consideró precioso por la vista que tiene, estamos en el corazón del pueblo, hablando de manera metafórica estamos en el corazón por estar en el centro, pero estoy seguro que también estamos en el corazón de los alteños. 


G.V: Espero que pueda cumplir su meta, y creo que es una buena idea. Ya para finalizar, ¿Algún consejo que quiera dar?


R.A: Bueno, como te decía al inicio soy una persona de edad adulta y desde siempre tuve la ilusión de hacer esto, estoy hablando de que hace más aproximadamente 20 años iniciamos con La Casona y hace 6 años tuvimos la oportunidad de crecer y hacer este edificio, en realidad no hay nada que nos impida crecer más que nuestra propia mente. Lo que debemos de hacer es confiar en nosotros mismos, luchar por esas ideas, metas que, si lo hacemos con anhelo, con empeño, lo logramos, nada hay que sea imposible. 



Foto: Guadalupe Vázquez

R.A: esto lo escribí justo cuando estaban tumbando el edificio de la casona vieja,
me invadió cierto sentimiento, razón por la que que en mi escrito comento, me puse a platicar con el edificio viejo, pero nosotros continuamos, ahora con mayor entusiasmo en la que ahora es Hotel Restaurante La Casona Alteña, muy a gusto dando el servicio y atendiendo a todos aquellos que tienen a bien venir a visitarnos.

"Interesante y significativa la historia de la antigua Casona Alteña por todas las cosas que guardo dentro y que hoy cumple su término de vida y se deja ir para escribir una nueva página de la ahora nueva “Casona Alteña” de su historia y la Alto Lucero, mi hermoso y querido pueblo natal.
La Casona Alteña no solo es un cúmulo de piedras y vigas y un techo Amigo, sino que es también un interesante capítulo de la historia de la familia Alteña, que con cariño cobijó, albergo y dio atención a quienes en ella se resguardaron; hoy se despide y se lleva en sí muchas de las vivencias, sueños y esperanzas de tantas y tantas personas que igual que yo tuvieron el cobijo y apoyo de tan querido lugar.
Con ella se va un segmento de vida no solo de la familia Aguilar, sino también de la vida de Alto Lucero, lugar que vio desde su sitio, los orígenes y la transformación de los edificios contemporáneos, a un lado el palacio viejo,ahora casa de cultura, la Iglesia chica que le queda enfrente y el nacimiento de la nueva catedral, de la subida de la campaña, nacimiento y muerte del cine, ahora transformado en Coppel, conocedora de las leyendas que en tantas ocasiones ahí se contaron y de todos aquellos que tuvieron alguna relación con tan emblemático e histórico lugar.
Fue un edificio abuelo como lo soy hoy yo y que ahora con mucha ilusión y cariño le doy paso a la esperanza con la fe en que se transformará de manera positiva y resurgirá convertido en un ser nuevo desde sus entrañas, cenizas y cimientos y que seguirá dando cobijo, seguridad y seguramente escuchará con atención las nuevas historias que de ahora en adelante se tejerán aquí.
Hoy para honrarle y despedirle como el ser vivo y estático que fue, estuve hablando con él, diciéndole con mucho amor y agradecimiento tal cual el gran amigo que para mi fue, por todo lo que en su momento me brindo y permitió; por lo sueños, ideales y esperanzas que en su momento mi abuelo y mi señor padre tuvieron con él cuando le obtuvieron, pensándole quizás en otro destino diferente al que tuvo conmigo y que hoy se da un cambio, siempre pensando que será en beneficio de toda la comunidad Alteña, con la confianza que seguirá siendo un lugar de resguardo y fortaleza para todos aquellos que requieran de su cobijo. Adiós a un ser magnífico, querido e inolvidable, doy gracias inmensas a Dios por permitirme ser y formar parte de esta a historia juntos, pronto le daremos la bienvenida al joven que hoy le remplazará.

Adiós a la Casona alteña, viva la nueva Casona Alteña y al hijo que debajo de sus entrañas le nacerá, Dios permita que la nueva historia sea digna, armoniosa y benéfica para todos".

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